"El conocer algo de la naturaleza humana nos convencerá de que, para la inmensa mayoría de la humanidad el interés (personal) es el principio dominante; y de que casi todo hombre está más o menos bajo su influencia. Pocos están dispuestos a sacrificar de continuo, para beneficio de todos, sus conveniencias o ventajas personales. Es inútil clamar en contra de la depravación de la naturaleza humana debido a esto; es un hecho. La experiencia de toda era y nación lo ha probado, y tenemos que cambiar en gran medida la constitución del hombre antes de que podamos cambiar la situación"
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George Washington |
Es esperanzador que, desde los tiempos en que vivió Washington, hemos conseguido refrenar otros instintos del hombre, tales como tomarnos la justicia por nuestra mano, abusar sexualmente o violentamente de otro más débil y otros instintos que quizá causan un mal menor pero que menoscaban la convivencia. Esperemos que, con el tiempo, también seamos capaces de controlar la codicia y la corrupcion.
Por tanto, cuando os digan que la corrupción está enquistada en la sociedad, que es algo que no se puede cambiar y hay que asumir, responded: sí, se puede cambiar. Aún no hemos alcanzado ese nivel de evolución, pero con educación y trabajo sobre nosotros mismos lo conseguiremos.